Txantrea: consideraciones sobre el nombre oficial del barrio.
domingo, 11 de junio de 2017
Era de esperar un cierto revuelo al hilo de la decisión municipal de adoptar la denominación Txantrea como único nombre oficial del barrio. La toponimia, lejos de ser un plácido locus amoenus, es con mucha más frecuencia un encrespado locus horroris donde unos y otros, navarros todos, volcamos todos nuestros traumas y fantasmas identitarios. Los nombres de lugar son nuestro espejo, un espejo mágico en el que vemos reflejado el legado de nuestros mayores y en el que nos vemos también reflejados los navarros de hoy. Achacamos a los adolescentes pasarse horas ante su imagen reflejada, fugaz y eternamente aterrados ante la no idoneidad de su aspecto. Pero nos pasa a todos, y le pasa también a Navarra a pesar de ser un país milenario. A veces el cristal azogado nos devuelve una imagen muy vasca de nuestra tierra, pero basta giramos un poco para que ese aspecto nos resulte netamente español. El maquillaje identitario suele ser la solución, y banderas y topónimos han demostrado su valía en esta faceta.
Txantrea es un ejemplo más de esa duda identitaria que nos traspasa. Rápidamente han surgido las voces que se han quejado de la imposición identitaria de la Tx, se han barajado peregrinos argumentos basados en el carácter canónico y francés del nombre, sugiriendo, una vez más, que el euskera no puede tomar préstamos de otras lenguas sin permiso del castellano, y que debía de ser una lengua incapaz de hacer mención a las dignidades catedralicias de la seo iruñense. Críticas desde un sector que se suele reír de palabras como telefonoa y aireportua, y dispensan recursos públicos y privados en desvivirse por intentar pronunciar y escribir correctamente telephone y airport. Es una manera de ver las cosas.
Como partícipe de la iniciativa por la oficialización de la denominación Txantrea quiero expresar mi particular punto de vista. En este caso, fundamentalmente práctico. Desde hace años los principales colectivos de la Txantrea han adoptado esta grafía para referirse a su barrio de una forma generalizada. UDC Txantrea KKE es uno de sus mejores exponentes, tanto por su volumen de socios (alrededor de 5.000) como por su proyección mediática. Los equipos de fútbol, masculino y feminino, recorren España marcando goles con su Tx en sus camisetas; sus patinadores se deslizan más rápidos que cualquier otro competidor por las pistas europeas sobre una veloz Tx; los taekwondistas del club exhiben su Tx con golpes y movimientos precisos incluso más allá de Europa. Y no todo es deporte. Barricada no suena tan bien sin amplificadores Tx, y la coral San José ha cruzado el Atlántico para cantar en el Carnegie Hall volando sobre una Tx. Y, perdonen la broma, pero hasta en el ámbito metafísico se ha generalizado Txantrea, y los Reyes Magos no conocen otra forma en su apretada agenda.
Hasta tal punto había llegado el uso de la Tx, que ya solo el ayuntamiento de Pamplona utilizaba la forma Chantrea. El Gobierno de Navarra, con firma de Juan Cruz Alli y Miguel Sanz, ya había declarado la oficialidad única de Txantrea en 1992 con la aquiescencia del entonces alcalde Alfredo Jaime, y sin ninguna rectificación legal 25 años después. En conscuencia, y desde entonces, es Txantrea la forma con la que figura el barrio en los mapas del Instituto Geográfico Nacional. Recordemos que similares casos ya han pasado también por los tribunales. Fue un juez quien tuvo que decir al Gobierno de Navarra que Orkoien sí se podía denominar así, y no Orcoyen-Orkoien, porque era un nombre de origen euskérico y era un solo nombre y no dos diferentes (prueben a cerrar los ojos y pronunciarlos, por si les queda alguna duda de la unicidad del nombre, y repitan la prueba con Txantrea); de la misma manera que ya se habían oficializado únicamente Etxauri y Bidaurreta.
Por todo esto, y por muchos pequeños detalles más, como la infinidad de coches que lucen la TX en su parte posterior, desde el colectivo cultural Txantrean Auzolan pedimos al ayuntamiento que regularizase la situación de la denominación del barrio para que también oficialmente se estableciese el uso de Txantrea, mayoritario ya, si no exclusivo, entre las principales asociaciones del barrio, y que se ratificase, además, lo que ya en su día aprobó el Gobierno de Navarra.
¿Se puede hablar de cacicada tras leer esto? No. Cacicada sería, en todo caso, hacer lo contrario. Oficializar únicamente Txantrea es constatar un uso real, natural y extendido en el barrio. Un barrio que quiere llamarse Txantrea y que se lo solicita a su ayuntamiento presentándole documentos históricos y lingüísticos, siempre discutibles, que lo avalan; y, sobre todo, demostrando que el uso de Txantrea es ya una realidad generalizada y mayoritaria en el barrio, con la excepción del propio consistorio. Argumentos, todos ellos, de bastante más peso que el que nunca podrá soportar sobre su espalda ninguna dignidad medieval catedralicia de presunto origen francés.