La idea original de esta intervención era abordar el tema de
las semejanzas entre la toponimia de las dos Navarras. Esto es, la presentación
de una serie de localidades y lugares que compartiesen un mismo nombre y
estuviesen situadas en los dos territorios: Baigorri, Lekunberri, Azkarate,
Uharte… o incluso Beire.
Propuesta interesante, sin duda, porque permitía subrayar
desde un punto de vista toponímico las similitudes entre la Baja y la Alta
Navarra. Sin embargo he acabado por desechar esta idea de confeccionar una
lista de localidades de doble navarridad, si es que esta expresión tiene algún
sentido, para centrarme en el topónimo que realmente nos une a todos los
navarros, seamos del sur o del norte: Navarra, Navarre, Nafarroa.
Como estoy ante navarros me siento eximido de tener que
defenderme de la sospecha de que tal aparente abreviación del trabajo,
dedicarse solo a un topónimo en vez de una relativamente larga lista de ellos,
pueda ser interpretada como fruto de cierta indolencia o falta de entusiasmo.
Al contrario. Tiene más de irresponsable osadía que de otra cosa. Como navarros
que son ya sé que son conscientes de la especial dificultad que entraña
cualquier actividad que pretenda explicar qué es Navarra. Abordar esta cuestión
desde cualquier punto de vista académico imaginable: histórico, geográfico,
sociológico…, y también el onomástico, es aventurarse por un camino lleno de
aristas y peligros de los que no siempre se sabe si se podrá salir indemne.
A lo largo de esta intervención pondré un especial empeño en
centrar siempre mi atención exclusivamente en el nombre de nuestra tierra y lo
que él nos trasmite, evitando perderme por las sinuosas sendas de su historia y
de sus lenguas.
No esperen, por otro lado, escuchar nada nuevo al respecto.
Lo que sigue no es el fruto de una investigación específica sobre el topónimo
Navarra, sino una lectura e interpretación personal de algunas de las opiniones
que se han vertido sobre nuestro
corónimo, y no solo sobre su significado etimológico. Nos acercaremos a los
avatares históricos y lingüísticos que ha vivido la denominación de nuestro
reino de la mano de lingüistas e historiadores que se han acercado al tema, y
solo al final de la ponencia abordaremos el tema de su significado etimológico.
Este final se ha dispuesto así de forma deliberada ya que lo que se pretende
con esta intervención es que concluyamos el acto académico fundidos en un
abrazo etimológico. Una experiencia reconfortante, y muy necesaria entre
navarros.
HISTORIA
DEL NOMBRE DE NAVARRA
Aunque acabamos de anunciar que nos íbamos a ceñir al estudio
del nombre de Navarra, es imposible no hacer mención al primer nombre con el que
entramos en la historia: vascones.
Subrayo este etnónimo porque, siguiendo a las fuentes romanas, el territorio de
los vascones se asocia sin ningún género de dudas con el de la Alta Navarra y
porque, como veremos a continuación, el etnónimo sigue vivo especialmente
aplicado a las tierras ubicadas hoy al oeste (País Vasco o Vascongadas >*Vasconicatas) y al norte (Gascogne < Vasconia) del primitivo
solar vascón. No es este el momento
adecuado para abrir la caja de Pandora de la hipersensibilidad que genera en
Navarra el uso del gentilicio vasco pero sí me gustaría hacer notar cómo la
forma de entender esta realidad en el último siglo influye a la hora de
utilizar las denominaciones del pasado. Entiendo que no es casualidad que en
todo el territorio vascón sea dificilísimo hoy visitar algún poblado o
yacimiento que reciba de forma específica tal denominación, frente a lo
relativamente fácil que es encontrarse con villas romanas, yacimientos
hispano-romanos o incluso poblados celtas.
Dicho esto, no queda sino constatar que la reducida Vasconia
de época romana se extendió en siglos posteriores, siglos V al VIII, y su
nombre se fue aplicando a las regiones situadas a ambos lados de la cordillera
pirenaica occidental. Hecho llamativo, porque no olvidemos que en época romana,
al menos sobre los mapas, incluso las tierras de la actual Baja Navarra
quedaban fueran de Vasconia, en Aquitania. Por otro lado, tanto en crónicas
visigodas, francas como árabes se sigue utilizando el etnónimo vascón para los
habitantes de la actual Navarra, incluso al hacer referencia a los reyes de
Pamplona. Sin embargo, en paralelo a esta extensión de los términos vascón o
gascón y Vasconia, en el mencionado solar vascón surge un nuevo etnónimo a
partir del siglo VIII que paulatinamente se irá imponiendo: navarri, los
navarros.
El etnónimo, dejando a un lado su etimología, se ha querido
explicar en función de dos ejes principales: el social y el lingüístico. A este
respecto indica Roldán Jimeno (1) que:
“Picaud, además de describir una
realidad étnico-cultural, mostraba una diferenciación social del territorio,
tornándose sus palabras en halagos al referirse a los núcleos burgueses francos
insertados entre los navarros. Esta percepción foránea recogía el temprano
etnónimo de Nabarrus o Navarrus, dándole un significado social
equivalente al arator, tal y como lo percibieron sutilmente
los analistas carolingios a finales del siglo VIII.
A mediados de
la siguiente centuria aquella realidad social de los navarri se
refería también a su universo lingüístico, como lo reflejan los dos duces Navarrorum que comparecieron ante Carlos el Calvo y que
representarían a pamploneses y gascones de análoga base socio-lingüística. La acepción francesa [terra]
Navarra acabó como
indicador del espacio político pamplonés, pasando el corónimo hacia finales del
siglo XI al territorio controlado por la monarquía y los obispos de Pamplona,
donde hacia 1162 y bajo Sancho el Sabio se adoptaría como denominación
definitiva del reino. El carácter étnico-social y lingüístico de los habitantes
de la vieja Iruñea bautizaría a su vez a la ciudad de la Navarrería, cuando ésta tuvo que diferenciarse del nuevo burgo
de San Cernin a finales del siglo XI y luego de la población de San Nicolás.
Durante los
siglos XII y XIII navarro equivalía a euskaldún. Lo hemos visto en Aimeric Picaud, pero la
equivalencia se observa también en una concordia sobre bustalizas, en la que
los jefes de los pastores de ganado son llamados en lingua navarrorum, Unamaizter et Buruzagi (1167). Durante esta época el gentilicio navarro entrañaba también connotaciones lingüísticas en
textos de aforamiento de villas, algo que tendría su equivalente siglos después
en el Fuero General, donde navarro y vascongado aparecerán como términos equivalentes ("Dice
navarro gaizes
berme; dice
bascongado erret
bide"). Esa misma
concordancia debía subyacer en la mentalidad de algunos pobladores de la Ribera
en el siglo XIII, cuando los de Peralta decían que García Elihart y Sancia Zuria
-de indicadores personales eminentemente vascongados- venían de Navarra. De la misma manera, Tudela envió mensajeros a
Teobaldo I, citándolos como los
homes que fueron a Navarra.
Esto es, los navarros, un conjunto humano de extracción social
humilde, labradores, y lingüísticamente de habla vasca, constituyen el hecho
diferencial del reino y esto se traduce finalmente en su propia denominación,
desplazando sorprendentemente a una denominación ya establecida como Reino de
Pamplona, con el prestigio añadido de su pasado romano.
Nunca han estado muy claros los límites de la denominada
Navarra primordial, y aunque algunas prestigiosas fuentes la equiparaban con
Tierra Estella, más parece que esta Navarra primigenia estaba constituida por las
tierras donde habitaban esos navarros que nos ha caracterizado Roldán Jimeno.
Superada esta fase imprecisa del etnónimo navarro, que se
prolongó durante al menos cuatro siglos entre 769 y 1162, con Sancho VI el
Sabio se fija ya el nombre de Navarra como el oficial del reino en esta última
fecha y a partir de ella la suerte del
topónimo irá unida ya a los avatares políticos del reino y a los dominios
sujetos a la autoridad del monarca, y los navarros serán, desde entonces,
básicamente, los naturales del reino.
LA BAJA NAVARRA
Será con el hijo del mencionado Sancho VI el
Sabio, con Sancho el Fuerte, con el que se inicien las relaciones entre las
Tierras de Ultrapuertos, si utilizamos el punto de vista pamplonés, y el reino
de Navarra. Esta estrecha vinculación se iniciará en 1228 y concluirá con la
invasión del reino en 1527.
La
región de Ultrapuertos estaba configurada por siete valles o "países"
(Arberoa, Osés, Cisa, Baigorri, Irisarri, Mixa y Ostabares) y villas que
funcionaban de forma autónoma. Como indica Xabier Zabaltza (2):
“Las expresiones
Sexta Merindad, Merindad de Ultrapuertos y Merindad de San Juan de Pie de
Puerto se empezaron a emplear mucho después que Carlos IV de Navarra (= Carlos
I de Castilla y V de Alemania) dividiera el Viejo Reyno en 1527”.
Esto es, la Baja Navarra nunca constituyó una
merindad. La Baja Navarra es, por lo tanto, e independientemente de su
extensión geográfica, bastante más que una merindad más. Y por eso resulta tan
acertada la expresión de “las dos Navarras” con la que se denomina este
seminario.
La
denominación Baja Navarra surge tras la conquista castellana del reino en la
que ese conjunto de valles autónomos quedan formando una unidad territorial que
constituye en sí un reino tenido como tal por su legítimo soberano. Así surgen
en 1527 las dos navarras, dos estructuras paralelas que, entre otros avatares,
deberán también acordar el uso de su nombre.
Sobre
este aspecto se ha ocupado Peio Monteano (3) en el Iceberg Navarro al señalar que ambas Navarras se titulaban
indistintamente como Reino de Navarra. Y no sin falta de lógica porque al sur,
el reino de Navarra, aunque conquistado por Castilla, mantenía sus
instituciones privativas, y al norte los Albret seguían poseyendo el control
sobre aquella parte del reino e instauraban un conjunto de instituciones
paralelas a las que funcionaban en Pamplona. En palabras de Monteano “todo ello
se tradujo en un permanente clima de confrontación y recelo entre las
autoridades de las dos Navarras”.
Y
más adelante añade:
“A nivel institucional, esta diferencia de visiones se
reflejó en pugnas terminológicas entre los organismos de gobierno de ambos
territorios. La verdad es que no sabían cómo denominarse uno a otros. Los
organismos de Pamplona, consciente de que representaban a la mayoría de la
población y del territorio, siempre trataron a las instituciones bajonavarras
con cierto tono de superioridad. Por su parte, la Baja Navarra sabía que había
heredado la legitimidad dinástica y retenía para sí también el nombre de Reino
de Navarra. Pese a ello, ambas partes no tuvieron más remedio que asumir que
las cosas habían cambiado. Para denominar a la pequeña porción que seguía
independiente, se le comenzó a denominar Reino de Navarra bajo los puertos
(1549) y luego Reino de la Baja Navarra (1586). Con frecuencia, las actas de
los Estados bajonavarros se refieren a él como “el presente Reino de Navarra”,
expresión que vendría a significar algo así como a lo que se había visto
reducido el reino a partir de 1527. En el otro lado ya a final de siglo, se
hará más frecuente el nombre de Alta Navarra. En ocasiones, se prefirió aludir
a situaciones de hecho: los jueces lapurtarras se referirían al “Reino de de
Navarra de allá los montes Pirineos, tenido por el rey de España”. Por su
parte, desde Pamplona, donde seguía denominándose al extremo norte como Tierra
de Vascos se trata de evitar el enfrentamiento con sus instituciones llamándose
a sí mismo “los alcaldes de la Corte que residimos en Pamplona”.
Así
pues es en esta época de la conquista cuando nace la denominación Baja Navarra
para referirse a la parte norte del territorio poseída por sus reyes legítimos
hasta 1620. Denominación que automáticamente generó otra nueva, la de Alta
Navarra para el territorio conquistado por Castilla. Mientras tanto los reyes
de España y Francia se proclamaban respectivamente rey de Navarra y Roy de
Navarre, hasta que la monarquía francesa dio paso a la república en 1792 e hizo
desaparecer por completo la estructura administrativa de la Baja Navarra, y el
reino de Navarra desapareció como tal en 1839-41, aunque retuvo el nombre,
límites geográficos y cierta autonomía. Esto explica que de manera generalizada
Navarra y Nafarroa sean hoy las formas más extendidas para denominar a la
Navarra peninsular y Basse Navarre y Basanabarre lo sean para el territorio
continental. Las expresiones Alta Navarra, Nafarroa Garaia y Nafarroa Beherea
se reservaban para textos más especializados.
Esta es, pues, la historia del corónimo
Navarra. Nombre que surge en el siglo VIII para designar a las tierras
habitadas por los navarros, un grupo humano específico dentro de los vascones, que
en 1162 se consolida como nombre de un reino, que en 1527 se desgaja en dos
partes desiguales la Alta Navarra al sur y la Baja Navarra la norte.
SOBRE LOS
NOMBRES DE NAVARRA
Analizada someramente la historia de la
denominación Navarra es hora de acercarse a su uso estrictamente lingüístico.
Por lo que a su nombre general respecta están plenamente
establecidas sus formas correctas en nuestras tres lenguas presentes: Nafarroa
en euskera, Navarra en castellano y Navarre en francés. Señala la Academia que
Nafarroa es el nombre vasco original
siendo Naparroa variante
posterior y que el gentilicio vasco más
antiguo es nafar, no napar ni nafartar.
La denominación de la Baja Navarra, como ya
hemos visto, es reciente y su origen romance ha generado un sinfín de variantes
euskéricas la mayoría de escasa difusión y tradición. Ya antes de su
constitución como reino las tierras de Ultrapuertos recibieron diferentes
nombres (Xabier Zabaltza (2)) como Tierras d'Ayllent Puertos (1291), Aquent Puertos (1352, visión
bajonavarra), Navarra deça-ports
(1371), Tierra de Vascos (1437)... (ya observada por Aymeric Picaud en 1139
al distinguir entre los Bascli, y los Navarri) Basse-Navarre y Baja Navarra
se van a generalizar a partir del XVI, al consumarse la división del reino.
Primero
se documenta en francés Basse-Navarre, y
algo más tarde se documenta por primera vez su denominación euskérica Baxenabarre. No obstante, Xabier
Zabaltza (2) sugiere que la denominación vasca no se toma del francés sino de la
expresión bearnesa Baxa Nabarra
(1577) de la que igualmente habría surgido la francesa. En
euskera el testimonio de Axular en 1643 ha servido de base para las formas
cultas propuestas por Euskaltzaindia:
"Ceren anhitz moldez eta
differentqui minçatcen baitira euscal herrian, Naffarroa garayan, Naffarroa
beherean, Çuberoan, Lapurdin, Bizcayan, Guipuzcoan, Alaba-herrian eta
bertce anhitz leccutan" (AXULAR, 1643).
No olvidemos, no obstante, que
la Academia admite también el uso de Baxenabarre documentado ya en 1664 y único
nombre generalizado de forma popular desde al menos el siglo XVII:
"Yaquin eçaçu
nola naizen basanabarren eta nola
naizen ossasunarekin yenquoari esquer" (Joanes PERUSKIren gutuna, 1664)
Es llamativo como ese aspecto romance de la
denominación Basse Navarre ha generado todo tipo de adaptaciones para dotar a
este territorio de un nombre genuinamente euskérico que, obviamente, no
necesitaba. He aquí un listado de denominaciones vasquizadas recogidas por Xabier Zabaltza (2), entre las que
habría que añadir a las de Axular:
Naffarroa beherea (Axular, 1643), Nabarpe (Adema-Zaldubi, 1882), Naparbea (Arana-Goiri, 1890), Naparrobera (Arana-Goiri, 1894ko
apirilean), Benabarre (Arana-Goiri,
1894ko maiatzean), Benabarra
(Arana-Goiri, 1894ko agorrilean), Naparbehera
(Arana-Goiri, 1896), Beko Nabarra
(Arana-Goiri, 1897), Naparro-behera
(Arana-Goiri, 1901), Benaparroa
(Azkue, 1927), Benafarroa (Enrike
Zubiri "Manezaundi", 1930), Beko
Naparroa (Plazido Muxika, 1964)... Y algo más tardías son otras como Behenafarroa y Baxenafarroa. 2:20
¿Cómo usar correctamente esas denominaciones?
En euskera resulta de interés la propuesta de Xabier Zabaltza (2) que se apoya en
los dos nombres académicamente correctos para el territorio navarro
continental: Baxenabarre y Nafarroa Beherea. Según el historiador tudelano, se podría
contraponer por un lado las dos formas más populares, Nafarroa y Baxenabarre,
de forma general, mientras que reservaríamos la forma Nafarroa Garaia en
contextos donde se use a su vez la expresión Nafarroa Beherea.
Pero esta práctica solución que funcionaría
perfectamente en euskera no tiene fácil acomodo en los romances castellano y
francés donde Baja Navarra se opone tanto a Navarra como a Alta Navarra, de la misma manera que Basse-Navarre lo hace a Navarre y Haute-Navarre. En estos idiomas, y por razones prácticas, Navarra o Navarre es sobre
todo la Navarra peninsular, frente a Baja Navarra / Basse-Navarre. El uso de
Alta Navarra se reserva para textos en los que las tres realidades deben ser
específicamente diferenciadas.
Esta opción es la que más se ajusta al uso
real, aunque evidentemente ofrece reparos históricos al identificar el nombre
general de Navarra con una de sus partes. No obstante, es innegable que Navarra
es el nombre oficial de un territorio con unos límites geográficos e
instituciones propias, enclavado hoy dentro del reino de España, por lo que
usar la denominación de Navarra para la Alta Navarra es una necesidad
incontestable e ineludible; mientras que la expresión Alta Navarra se ve
confinada a contextos muy concretos y especializados, o bien a ámbitos muy concienciados
de la naturaleza dual de Navarra.
Y ya que citamos el tema de la denominación oficial me veo en la
obligación de recordar que Navarra, a diferencia de lo que ocurre con la
denominación de los territorios de las comunidades autónomas de Galicia, País
Vasco, Cataluña, Valencia o Baleares, no ha promulgado aún la oficialidad de la
denominación Nafarroa, lo cual no deja de ser sorprendente, por no decir
ligeramente inquietante; si bien es cierto que lo ha hecho de facto
(Amejoramiento, uso administrativo legal…).
Desde el Consejo Navarro del Euskera ya se ha encomendado al
Gobierno la solución de este aspecto y
parece que ya se han iniciado los trámites que darían inicio a la
solicitud de oficialidad de Nafarroa.
ETIMOLOGÍA
Llegamos ya al terreno de la
etimología y como bien indicaba Pascual Madoz en su diccionario "son infinitas las etimologías que se han
buscado a este nombre".
Es bien conocido que Aymeric Picaud escribió que navarrus era `non verus´ `no verdadero´,
por ser mezcla de guerrero y de mujer. Además opinaba que los navarros y los
escoceses tenían un mismo origen. Otros opinan que el origen está Naddaver,
nombre de la ciudad de donde habrían partido los primeros navarros.
La lista podría hacerse interminable. Se ha intentando
explicar el nombre a partir de una "novara" dedicada por S. Saturnino
a S. Juan Bautista, o de "la barra que tomó por divisa D. Sancho",
según recordó el mismo Madoz. Juan Fernández Amador de los Ríos defendió una
raíz caldaica..."
Pero centrémonos ahora en las que tienen algo
más de peso por la valía de sus autores. Jean Orpustan piensa que Nabarra fue el nombre original, surgiendo muchísimo más tarde las
variantes Nafarroa y Naparroa. Piensa este autor que el
nombre está relacionado con la voz prerromana nava `llanura entre montañas´ o con la voz vasca nabar `color pardo´. En este sentido
retoma la teoría de Garibay y Moret quienes proponían que Navarra tenía su origen en las voces naba y erria `pueblo de
las navas´. Pascual Madoz ironizaba al respecto diciendo: "...no dejaría de ser extraño que la reino de los
Pirineos se hubiese impuesto el nombre de tierra llana...". De esta
opinión es Julio Caro Baroja: "...desde
el punto de vista geográfico quiere decir algo semejante a "sierra" y
no a "nava=llanura"..., "...los navarros podrían ser, en suma,
alga así como los serranos o constituirían una unidad étnica, gentilicia, una
fracción de los antiguos vascones, con nombre correspondiente a un epónimo. La
llanura se me escapa de toda consideración".
Tampoco esta exento de controversia el
nombre de Baja Navarra, aunque, desde luego, su interpretación ha sido
generalmente relacionada con la menor altura de estas tierras respecto a la
vecina Navarra meridional. Opinión que me resulta la más razonable. No obstante
Manex Goihenetxe, según cita Xabier Zabaltza (2), llegó a proponer a modo de
hipótesis que Baxa Nabarra hacía referencia a la voz vasca basoa, basa- y que
por lo tanto la equivalencia entre Baxa
Nabarra (Baxenabarre) y Baja Navarra con Nafarroa Beherea no sería la correcto, sino Basoko Nafarroa la “Navarra boscosa”.
Pero sin duda, una de las interpretaciones más
convincentes, en mi opinión, es la promulgada por Alfonso Irigoien. Resulta evidente que Nafarroa,
Navarre y Navarra tienen un mismo origen, un origen que quizá esté en los
gentilicios, nafar en vascuence y navarro en romance, a partir de los
cuales habrían surgido los topónimos Nafarroa
y Navarra.
En vascuence, aunque no se trata de un fenómeno totalmente
regular, está probado la evolución b >
f, por lo que ambos gentilicios podrían derivarse de un primitivo nabar, que en vasco equivale a `color
pardo´, y que fue ampliamente utilizado como nombre de persona medieval.
Alfonso Irigoyen escribe lo siguiente al respecto: "Como es sabido, el
gentilicio equivalente al castellano navarro
es actualmente en lengua vasca nafar /
napar, variantes procedentes ambas de nabar...
La forma equivalente a Navarra,
nombre del antiguo reino, es, por otra parte, Nafarroa / Naparroa, y ambas variantes proceden, por la misma razón
que en el caso del gentilicio, de un primitivo *Nabarroa.".
Seguramente a partir de su significado primitivo, o de su
utilización como nombre de persona, pasó a designar al habitante de una región
limitada en el espacio y que fue extendiéndose hasta dar nombre al reino de
Navarra.
Pero lo que realmente queremos subrayar es que Navarra no es
otra cosa que la tierra donde viven los navarros. En euskera es más que
evidente y lo observamos en la utilización de sufijo de valor colectivo –oa que
se aplica sobre el gentilicio: nafar +
-oa. Pero también en romance, tal y
como hemos visto en el texto de Roldán Jimeno, porque a partir del gentilicio
navarro se habría generalizado la expresión Terra navarra, de donde finalmente
surgió el corónimo Navarra.
Este y no otro es el abrazo etimológico prometido. Y es que
Navarre, Navarra o Nafarroa es simplemente la tierra de los navarros y
navarras, condición que se adquiere por el mero de hecho de vivir en ella.
Es posible que se me objete que no ha quedado
muy claro cuál es la etimología de navarro,
y no me queda sino encogerme de hombros y señalar la dificultad de la empresa.
Y es que si resulta del todo imposible dar una definición del navarro del siglo
XXI, imaginemos la proeza que supondría determinar a qué debieron exactamente
nuestros antepasados, a qué cualidad o defecto, su nombre.
Y ahora sí, acabo, pero mirando al futuro, con
el deseo de que la toponimia siga sirviendo de nexo de unión entre las dos
Navarras y no solo por compartir nombre desde hace casi 900 años. Y para ello
no voy a dudar en aprovecharme de su cariño por las dos Navarras, por Navarra.
En la Alta Navarra se realizó una exhaustiva
recopilación de la toponimia menor de Navarra, recuperándose 100.000
denominaciones vivas que fueron cartografiadas y oficializadas. De eso hace ya
casi 30 años. Lo inquietante de esta situación es que este trabajo sigue sin
hacerse en la Baja Navarra y hemos perdido toda una generación de expertos en
este tiempo. Mejor no pensar cuántos insustituibles conocedores de los montes y
campos bajanavarros se nos han ido. Pero, tal y como se dice de los árboles, si
el mejor momento para plantarlos fue hace 20 años, el segundo mejor momento lo será
mañana. Sería magnífico que de encuentros como el de hoy pudieran salir
iniciativas conjuntas en la que experiencia acumulada en una parte de Navarra
pudiera transmitirse a la otra.
De hecho se podría decir que el trabajo está a
punto de comenzar. La semana pasada nos reunimos varios navarros y navarras de
la la Alta y Baja Navarra para dar inicio a una intrépida aventura toponímica:
la localización del topónimo más largo conocido y documentado de toda la Europa
continental: Azpilikuetagaraikosaroiarenberekolarrea en el lugar donde
confluyen ambas Navarras, en los montes de Alduide o Quinto Real. Reconozco que pueda
parecer una empresa un tanto frívola, pero realmente confío en que pueda convertirse
en el primero de los 25.000 topónimos que calculo nos esperan a lo largo de la Baja Navarra. Una empresa
que podría contribuir a que el abrazo entre las dos Navarras fuese aún más
fraterno. Si en los próximos meses
llaman a sus puertas pidiendo ayuda y colaboración para algún proyecto que
aborde la recogida de la toponimia bajonavarra, no duden en prestarle su apoyo.
NOTAS
1. Jimeno Aranguren, Roldán. Eusko Ikaskuntza, Revista
Internacional de los Estudios Vascos
BIBLID [0212-7016 (1999), 44: 2; 441-454] SUSTRATO CULTURAL DE LA VASCONIA ALTOMEDIEVAL
(Cultural Substract of early medieval Vasconia)
2. Zabaltza Pérez Nievas, Xabier:
“La merindad que nunca existió”, Navarra Hoy, 1992ko apirilaren 26a.
"Ipar Nafarroaren euskal izenaz”, Euskaldunon Egunkaria, 1992ko ekainaren 26a.
3. Monteano Sorbet, Peio: El iceberg navarro, Pamiela, Pamplona 2017.
Solicitud para que el topónimo
Txantrea
sea denominación oficial y única
en castellano y euskera
Informe de TXANTREAN AUZOLAN
El objeto del
siguiente informe es, además de presentar la solicitud para que la denominación
Txantrea sea la única oficial para la designación de este barrio de Pamplona,
demostrar que Txantrea es un topónimo de origen euskérico y que por lo tanto,
tal y como se ha hecho con el resto de la toponimia oficial de Navarra,
toponimia mayor y menor, le corresponde una grafía única y euskérica: Txantrea.
Antecedentes: Gobierno de Navarra y Ayuntamiento de
Pamplona
Gobierno de Navarra
Desde el año 1992, al
amparo de la Ley del Vascuence que confiere al Gobierno Navarra la competencia
de determinar la denominación de los topónimos de los territorios, y tras la
promulgación del Decreto Foral 212/1992, Txantrea es la única denominación
oficial de este barrio de Pamplona.
Así se expresa la
mencionada ley foral en su artículo 8,
siendo el punto 2 –se remarca en negrita- donde se especifica la competencia del
Gobierno de Navarra en esta materia de los “nombres oficiales de los
territorios”:
1. "Los topónimos de la comunidad
Foral tendrán denominación oficial en castellano y en vascuence, de conformidad
con las siguientes normas:
a) En la zona vascófona, la denominación
oficial será en vascuence, salvo que exista denominación distinta en
castellano, en cuyo caso se utilizarán ambas.
b) En las zonas mixta y no vascófona, la
denominación oficial será la actualmente existente, salvo que, para las
expresadas en castellano, exista una denominación distinta, originaria y
tradicional en vascuence, en cuyo caso se utilizarán ambas.
2. El
Gobierno de Navarra, previo informe de la Real Academia de la Lengua Vasca,
determinará, de conformidad con lo previsto en el apartado primero de este
artículo, los topónimos de la Comunidad Foral, así como los nombres oficiales de los territorios, los núcleos de
población y las vías urbanas, y deberá
dar cuenta de ello al Parlamento. El nombre de las vías urbanas será fijado
por el Ayuntamiento correspondiente.
3. Las
denominaciones adoptadas por el Gobierno, a tenor de lo dispuesto en los
apartados anteriores, serán las legales a todos los efectos dentro del
territorio de Navarra, y la rotulación deberá ser acorde con ellas. El Gobierno
de Navarra reglamentará la normalización de la rotulación pública, respetando
en todos los casos las normas internacionales que el Estado haya asumido.
Y este es el texto
del Decreto Foral de 1992
DECRETO FORAL 212/1992, de 8 de junio, por el que se determina la
denominación oficial de los topónimos menores de diversas localidades de
Navarra. (B.O.N. nº75, 22-VI-92)
Artículo único.-Se aprueba la denominación oficial de los topónimos menores de
Ablitas, Ansoáin, Arakil, Aralar, Arbizu, Arruazu, Bakaiku, Berrioplano,
Berriozar, Burlada, Cascante, Castejón, Ciriza, Corella, Etxauri, Ergoiena,
Fitero, Fontellas, Irañeta, Iturmendi, Iza, Lakuntza, Murchante, Ollo, Pamplona, Ribaforada, Tudela,
Uharte-Arakil y Urdiain.
Las denominaciones
oficiales de los topónimos menores de Pamplona fueron publicadas en el volumen
1 de la colección Navarra. Toponimia y Cartografía. Toponimia oficial de
Navarra. Donde se recogía la siguiente información:
TXANTREA
DOC.- chantrea (1774,
HIP PAM L1 F61); echantrea (1826, HIP PAM L1 F84); chantrea
(1890, CAT.); chandrea (1981, I.G.N‑25 141‑2)
UB. CART.‑ 14116A3
COD. GEOG.‑ 50501
OBS.- "...txantrea se
compone del francés chantre "cantor" (canónigo dignidad de la
catedral) y el artículo -a. De chantre derivan chantría,
dignidad de la catedral ostentada por el canónigo chantre, y Txantrea,
paraje donde tenía propiedad la citada dignidad, al parecer " (ETB,94).
La
pronunciación rústica, cada vez más rara, Txandrea, se documenta desde
1732 (vide Txantreagaña) y es posiblemente la antigua pronunciación
popular vasca.
TXANTREAGAÑA *
DOC.- chandregaña
(1732, PR VAV.C.62 Nº74); chantregaña (1815, ACArre)
UB. CART.‑ 14116B3
COD. GEOG.‑ 50501
Así se recoge también
en la web de la toponimia oficial de Navarra, donde se especifica tanto que la
forma TXANTREA es oficial como que su origen es euskérico.
Toponimia oficial de
Navarra: http://toponimianavarra.tracasa.es/ficha.aspx?lang=&id=29349
Ayuntamiento de Pamplona
A pesar de la
claridad y legalidad de lo expuesto anteriormente, el Ayuntamiento de Pamplona
no puso en práctica el contenido del decreto foral de 1992. Para ello pudo
ampararse en el propio texto de la Ley Foral del Vascuence que confiere a los
ayuntamientos la competencia sobre las denominaciones de las vías urbanas y en
el hecho de que prácticamente hoy todo el término pamplonés es una zona urbana,
y donde, por lo tanto, las competencias del Gobierno de Navarra sobre la
denominación de los “territorios” no surtirían efecto.
Por otro lado lado,
el Ayuntamiento de Pamplona puso en marcha una Comisión de Toponimia en el año
1998 para fijar las denominaciones de todos los enclaves susceptibles de
recibir denominaciones toponímicas en el municipio: vías urbanas,
infraestructuras, territorios… El dictamen propuesto por la Comisión de
Toponimia no fue llevado al Pleno y por lo tanto nunca obtuvo reconocimiento
oficial. No obstante, analizaremos lo que allí se manifestó con respecto al
topónimo que nos ocupa: Txantrea.
Destacamos los
siguientes párrafos del mencionado dictamenen de la Comisión de Toponimia:
“A lo largo de las
reuniones que ha mantenido esta comisión se han seguido unos criterios básicos
que han sido aplicados a los nombres de calles y barrios de la ciudad, y que
han generado diversos cambios en la grafía de varias calles y topónimos
pamploneses. Son los siguientes:
- En Pamplona los nombres de los
barrios, por lo general, coinciden en ambas lenguas y parece conveniente
oficializarlos en una única grafía según el siguiente criterio:
. Los topónimos euskéricos se
escribirán con grafía vasca (Etxabakoitz).
. Los topónimos románicos se
escribirán con grafía castellana (La Taconera).
Cuando existen formas distintas de denominar a un paraje en ambas
lenguas se han adoptado los correspondientes a cada una de ellas (San Jorge /
Sanduzelai). Se ha actuado de la misma manera cuando, a pesar de tratarse del
mismo topónimo en las dos lenguas, no se ha podido precisar de forma
incuestionable su origen lingüístico (Chantrea / Txantrea)”.
Esto es, la comisión
no llegó a un acuerdo sobre el origen lingüístico de la denominación del barrio
y, por lo tanto, propuso el uso de una doble denominación: Chantrea en
castellano, y Txantrea en euskera.
En resumen, desde 1992 la única denominación oficial del
barrio es Txantrea, forma que no ha sido objeto de ningún recurso legal para
proceder a su modificación. Sin embargo, el Ayuntamiento de Pamplona no ha
cumplido el contenido del decreto foral de 1992 y ha venido usando la forma
Chantrea en todas sus actuaciones en castellano, reservando Txantrea para sus
actuaciones en euskera, tal y como promulgaba el espíritu del dictamen de 1993.
Txantrea: denominación euskérica
Objetivo
En las siguientes
líneas se intentará desmostrar que Txantrea es una denominación euskérica, y
para ello se analizará el uso de la voz txantre en la toponimia
lingüísticamente vasca, y también el uso de las voces chantre y chantría en la
toponimia lingüísticamente castellana.
Historia del topónimo pamplonés
La chantría era una
dignidad de la catedral de Pamplona que, ostentada por un canónigo, tenía como
función el canto del coro. El chantre de la catedral de Pamplona era
propietario de gran parte de los terrenos sobre los que hoy se asienta el
barrio, de tal forma que, por extensión, el termino acabó sustituyendo al resto
de topónimos con los que se conocieron estas tierras: Magdalena, Kaskalleta o
Urrutia.
El nombre más
antiguo, Urrutia, indica en euskera que, para los pamploneses, el actual barrio
de la Txantrea era lo que estaba al otro lado del río. Y eso era lo que más les
llamaba la atención. En los documentos escritos en latín expresaban la misma
idea con la expresión ultra pontem
‘lo que está al otro lado del puente’.
Una vez cruzado el río
un aspecto era el que más destacaba: se trataba de tierra muy pedregosa,
cascajosa, y por eso fue conocida como Kaskalleta, ‘los cascajos´. Quienes han
conocido esta zona antes de su urbanización destacan y recuerdan esta
naturaleza pedregosa del terreno. Era común entre los vecinos de la Magdalena
denominar a la zona donde se levantó el barrio con el término genérico de “la
cascajera”.
Era buena tierra para
viñas y estas abundaron en el término. Ahora
bien, las viñas no nacían espontáneas, y eran propiedad de gentes de cierto
nivel económico. Uno de los propietarios más importantes en Kaskalleta era el chantre
de la catedral. Esta relación entre la Chantría de la catedral y las viñas de
Kaskalleta se remonta al menos desde 1255, año en el que Iñigo de Sotirana, chantre
de la catedral de Pamplona, compró una viña en el termino de Urrutia. Y la
relación se mantuvo hasta nuestros días. En el Apeo de Pamplona de 1860 todavía
se constata que la Chantría sigue siendo un importante propietario de la zona.
Sirva de ejemplo que el camino que llevaba a Azoz salía en esa fecha de la
Magdalena e iba «por entre heredades de la Dignidad del Chantre de la
Catedral», atravesando el término que en la fecha se conocía indistintamente
como Cascalleta o Chantrea.
El chantre y la chantría
Entre los canónigos
de la catedral de Pamplona se distinguían distintas dignidades o cargos, y una
de esas era la Chantría, ostentada por el canónigo chantre, cuya función era el
canto del coro. Por extensión, se
llamaba también Chantría al paraje donde tenía propiedad la citada dignidad.
Eran propiedades que servían para el mantenimiento del chantre, y las tuvo en
Pamplona y fuera de ella. Sin duda, era un cargo de cierta importancia.
Fue el obispo de
Pamplona Juan de Tarazona quien instituyó la dignidad de chantres de la
catedral en el año 1206, en el día de San Miguel de Aralar: «Yo Juan, por la
gracia cle Dios, obispo cle Pamplona, en el año de la Encarnación del Señor mil
doscientos y seis, instituyo la dignidad de la Chantría y la confirmo
firmemente para siempre para que aquel lugar con todas sus pertenencias esté
deputado siempre por todos los siglos de los siglos, a la dignidad de la
Chantría y cualquiera que fuere chantre proceda como tal en el oficio». Por
este motivo el nombre de este obispo da nombre a una calle de la Txantrea en la
zona de Alemanes.
Txantre, Txantrea, el chantre y la chantría en castellano
y euskera
Se trata de una serie
de palabras cuyo origen último es el francés, y que se usan tanto en castellano
como en euskera.
Así según la RAE:
Chantre
Del fr. chantre.
1. m. Dignidad de las iglesias catedrales, a cuyo cargo estaba antiguamente el gobierno del canto en el coro.
Chantría
1. f. Dignidad de chantre.
Obviamente, no exite
en castellano la voz *chantrea.
Euskaltzaindia recoge
en su reciente diccionario la voz bajo la forma xantre:
xantre iz. Ipar. Eliz kantaria. Berrogei urtez xantre izan
da Bettiri Baigorriko elizan.
Se basa para ello en
la pronuciación de Iparralde.
En el Diccionario
General Vasco recoge también otras variantes:
xantre, txantre (Lcc).
"Chantre de iglesia" Lcc. [Jaun Errientak
bazuen boz bat pullita.] Erran gabe doa, elizako xantre zela. Barb Sup 1. [Jaun
erretorak] xantrea igorri zuen heien bilha. Lf Murtuts 18. Ikusi
nituen pilotariak, galtza xuritan, xatxaria, herriko xantrea, mokanes gorria
lepoan. Sokorri Gazte (sept.-oct.) 1957, 1. Izan
nituen ere nik enekin, gaineko organoaren koroan, mutil gazte xantreak.
Larre ArtzainE 251. v. tbn. JE Bur 145.
Arkadiako
xantreak ez dio egiten kontu. "Le Roussin d'Arcadie". Gy 37 (ref.
al asno). Primaderaren xantria, / dagoko galdez bizia. "Le
héraut du printemps". Ib. 231 (ref. al ruiseñor).
Y la voz xantrego con el valor de chantría.
xantrego. Oficio de chantre. Bena
xantreguako gaizak bezala, beste arrestakuak ere aisa ikhasten eta beretzen
zütian. Herr 8-11-1956, 3. Xantregoa 44 urthez atxiki zuen.
Lf ELit 191.
Así pues, chantre y
chantría son voces castellanas de origen francés, y xantrea o trantrea son
voces vascas con el mismo origen último francés.
Toponimia: El Chantre y la Chantría en castellano.
Txantrea en euskera.
Como se ha mostrado
en los puntos anteriores los chantres de diversas catedrales se caracterizaban,
entre otras cosas, por la posesión de importantes propiedades rurales y urbanas
razón por la cual han generado numerosos topónimos que seguidamente pasamos a
analizar.
El Chantre y La Chantría
Tras realizar una
búsqueda somera en la toponimia de la cartografía oficial del Instituto
Geográfico Nacional de España encontramos los siguientes topónimos:
Masía del Chantre, Cerro de la Dehesa del Chantre (Concud-Teruel)
El Sochantre, Barranco del Sochantre (Villena)
Torrechantre (Jaén)
Cerro del Chantre, Barranco del Chantre, Solanca del
Chantre, Cortijo del Chantre (Cabra
de Santo Cristo-Jaén)
Cerro del Chantre (Baeza-Jaén)
Vega del Chantre (Úbeda-Jaén)
Parque La Chantría (León)
Calle Chantría (Teruel)
Resulta evidente la
frecuencia con la que aparece la voz en la toponimia española tanto en
Castilla-León, Aragón y Andalucía; y resulta igualmente evidente que en ningún
caso se recogen formas como chantrea fuera del ámbito correspondiente a la
lengua vasca.
Txantrea
Si intentáramos
explicar el topónimo pamplonés a partir de la voz castellana chantría, nos
encontramos con un pequeño e insalvable problema: no se puede expĺicar el paso
de –ia a –ea ni desde el euskara, ni desde el castellano. Es pues
inexcusable partir de la voz euskérica txantre,
a la que debe seguir el artículo vasco –a. Por tanto, Txantrea significa ‘el chantre’.
A favor de esta
interpretación tenemos los siguientes datos. En los topónimos navarros y
guipuzcoanos en los que participa esta voz, siempre aparece txantre y nunca txantria:
Txantrelarre (prado del chantre) en Uharte Arakil;
Txantresoroak (los campos del
chantre), en el valle de Etxauri;
Txandrenea, en Hernani y Arantza;
Txantrenea, en Irun o Bera, todas
ellas con el significado de ‘casa del chantre’.
Además, se documenta
en Pamplona Txandregaña y Txantregaña,
‘el alto de la Txantrea´, claramente con –e.
Nótese además cómo en
Pamplona, Hernani y Arantza se dice o ha dicho Txandrea, que sería la evolución normal de la voz en lengua
vasca, con la evolución regular -nt >
-nd.
Txantrea, topónimo euskérico
Por lo tanto,
Txantrea no se puede explicar desde el castellano y sí desde el euskara. Otra
cosa sería si se hubiese dicho o escrito Chantría,
tal y como ocurre en numerosos lugares de España, donde El Chantre y La Chantría
son las formas que aparecen en toponimia.
Txantrea, en
cambio, sólo aparece en Pamplona; y compuestos de txantre encontramos también en otras localidades navarras y
guipuzcoanas. Todos estos topónimos son pruebas irrefutables del genuino origen
euskérico de esta voz. Y ya desde Pamplona ha saltado a numerosas localidades
navarras que tienen su Txantrea.
Uso social extendido del topónimo Txantrea
Por otro lado, parece
que el barrio se inclina por la denominación con TX. Los distintivos que lucen
multitud de coches, el nombre de diferentes entidades deportivas, del nombre de
la revista y el de numerosos colectivos y comercios parecen demostrarlo.
He aquí algunos de los colectivos que se han mostrado a favor de la iniciativa
Peña Armonia Txantreana
Txantreako Gaiteroak
Txantreako Jai Batzordea
Euskadun Biltoki Elkartea
Coral San José Abesbatza
Club Deportivo Txantrea Herri Kirol Taldea
Txantrean Auzolan
Apoyo Escolar Chavo Txiki
Txantrea Kultur Elkartea
Txantreako Erraldoien Konpartsa
Akelarre Kultur Elkartea
Kaskallueta
Txantrea Mendi Taldea
Apyma Bernat Etxepare
Txantrean Euskalerrian Euskaraz
Txantreako Emakumeak
Otros, directamente usan ya Txantrea de forma exclusiva:
UDC Txantrea KKE, que con sus miles de socios, señala que: "Se fundó con el nombre de Unión Deportiva Cultural Chantrea, pero cambió a su denominación actual UDC TXANTREA KKE tras finalizar la temporada 2009/10 por la adaptación bilingüe".
Solicitud
Solicitamos, por todo la anterior:
1/ Que se ratifique que Txantrea es la única denominación
oficial del barrio tanto en castellano, como en euskera; tal y como lo decretó
el Gobierno de Navarra en 1992.
2/ Que por extensión, y teniendo en cuenta que el 22 de
junio de 2017 se cumplirán 25 años de la promulgación de este decreto foral, el
Ayuntamiento haga suyo el contenido del citado Decreto Foral 212/1992, para que
todos los barrios de Pamplona tengan una denominación oficial legal según
establece la legislación vigente.
Txantrea, 5 de marzo
de 2017
Txantrea toki-izenaren
dekalogoa
01 Gure auzoa beti
deitu da horrela? Ez. Gure auzoa
eraiki den lurren lehenbiziko izena Urrutia
izan zen (1255. urtea) –euskara zaharrean ‘ugaldeaz bestaldean dagoena’– eta Kaskalleta (1291) –‘kaskailu ugariko
lurraldea, eremu harritsua.– Magdalena ahaztu gabe, zubiaren eta ondoko lurren
izena. Auzoaren gaurko izena 1774. urtetik aurrera dokumentatzen da toki-izen
bezala.
02 Zergatik deitzen da
Txantrea gure auzoa? Urrutiako eta Kaskalletako lurretan katedraleko
txantreak ondasun askotxo zituelako, ardantzeak batez ere.
03 Orduan, zer esan
nahi du Txantrea izenak? Txantrearen esanahia “xantrea” edo “txantrea” da. Txantre hitzak jatorri frantsesa du eta
hitz hori bai gaztelaniak eta baita euskarak ere mailegu bezala hartu zuten
katedraleko koroa zuzentzen zuen pertsona izendatzeko. Garrantzi handiko
dignitate bat zen, zeinak gaztelaniaz chantría izena hartzen zuen eta euskaraz
xantregoa.
04 Toki-izen frantsesa
da? Ez. Euskarak eta gaztelaniak
mailegutzat hartu zuten hitz hura, baina toki-izena ez da frantsesa, “futbol
zelaia” toki-izen ingelesa ez den bezalaxe.
05 Gaztelaniazko toki-izena
da? Ez. Espainiako toponimia
aztertu dugu eta maiz aurkitu ditugu beste katedraletako txantreekin lotutako toki-izenak.
Leku horiek guztiek El Chantre –pertsonari
dagokionetan- edo La Chantría
–dignitateari edo karguari dagokionetan–
izenak hartzen dituzte. Baina inon ere ez dugu “Chantrea” aurkitu.
06 Euskal toki-izen
bat da? Bai. Euskarazko hitzak
dira txantre edo xantre, gaztelaniaz
chantre esaten den bezala. Beraz, toki-izena
euskal hitz horretaz eta –a artikuluaz osaturik dago: Txantre-a. Ezinezkoa da
azaltzea Txantrea gaztelaniazko chantría-tik abiatuta. Inolaz ere ez da toki-izen
hibrido bat, ez gaztelania-euskarazkoa, ezta frantsesa-euskarazkoa ere; hain
zuzen ere txantre hitza euskal hitz bat delako, chantre gaztelaniazko hitza den bezalaxe. Bi hizkuntzotan, hori
bai, frantsesetik hartu zuten mailegu hura. Halaber, Nafarroako eta Gipuzkoako
hainbat toki-izenek argi erakusten dute Txantrearen jatorri euskalduna: Txantrelarre (txantrearen
belardia) Uharte Arakilen; Txantresoroak
(txantrearen soroak edo alorrak), Etxauribarrean; Txandrenea, Hernanin eta Arantzan, eta Txantrenea, Irunen edo Beran, ‘txantrearen etxea’…
07 Eta Txandrea?
Gure auzoa sortu zenean, izendapen herrikoi hori ematen zitzaion. Harrigarria da ahoskera hori bakarrik
euskaratik azal daitekeelako eta, gainera, Iruñean 1732. urtean jada
dokumentatzen delako: Txandregaña.
Baita Hernanin eta Arantzan ere: Txandrenea.
08 Orduan, nola idatzi
beharko litzateke toki-izena? Nafarroako Gobernuak 100.000 toki-izen
nafarren ortografia arautzeko erabili zituen arauei jarraikiz, Txantrea idatzi beharko litzateke.
09 Zein da une honetan
auzoaren izendapen ofiziala? Txantrea. Nafarroako Gobernuak horrela
ebatzi zuen 212/1992 Foru Dekretuan. Han erabaki zen Txantrea zela auzoaren
izendapen ofizial bakarra, eta ordutik hona inork ez du Foru Dekretu hura
ezeztatu.
10 Zer egin behar dute
Txantreako kolektiboek Iruñeko udalak izendapen ofizial bakarra erabil dezan? Txantreako
kolektiboek honako hau eskatu dute era ofizial batean: “Berretsi dadila Txantrea dela auzoaren izendapen ofizial bakarra,
euskaraz zein gaztelaniaz; Nafarroako Gobernuak 1992. urtean ebatzi zuen bezala”.
Decálogo del topónimo
Txantrea
01 ¿Siempre se ha
llamado así nuestro barrio? No.
Los terrenos sobre los que se levanta nuestro barrio se llamaron primeramente Urrutia (año 1255) –en euskera ‘lo que
está al otro lado del río’– y Kaskalleta
(1291) –en euskera ‘tierra abundante en cascajos.– Sin olvidar Magdalena,
denominación del puente y zona colindante. El nombre actual del barrio se
documenta como topónimo desde 1774.
02 ¿Por qué se llama
nuestro barrio Txantrea? Porque en las tierras de Urrutia y Kaskalleta el
chantre de la catedral tenía numerosas propiedades, viñas en su mayoría.
03 Entonces, ¿qué
significa Txantrea? Txantrea significa “el chantre”. Chantre es una palabra
de origen francés y que la tomaron prestada tanto el castellano como el euskera
para denominar así a la persona que dirigía el coro en la catedral. Se trataba
de una dignidad de especial relevancia que recibía en castellano la
denominación de chantría.
04 ¿Es un topónimo
francés? No. El euskera y el
castellano tomaron prestada esta palabra del francés, pero el topónimo no es
francés, de la misma manera que “Campo de fútbol” no es un topónimo inglés.
05 ¿Es un topónimo en
castellano? No. Hemos revisado
la toponimia española y en ella encontramos con relativa frencuencia parajes
relacionados con los chantres de otras catedrales. Siempre se denominan El
Chantre –en referencia a la persona– o La Chantría –en referencia a la dignidad
o cargo.– Nunca encontramos “Chantrea”.
06 ¿Es un topónimo en
euskera? Sí. En euskera se
denomina txantre o xantre a lo que en castellano se denomina chantre. Por lo
que el topónimo se explica a partir de esa palabra y el artículo en euskera –a:
Txantre-a ‘el chantre’. No es posible explicar Txantrea desde el castellano
chantría. Tampoco es un híbrido castellano-euskera o francés-euskera porque
txantre es una palabra vasca, aunque su origen último sea el francés, lo mismo
que chantre es voz española, también procedente del francés. Además, otros
muchos topónimos en euskera de Navarra y Gipuzkoa demuestran que Txantrea tiene
origen euskérico: Txantrelarre (prado del chantre) en
Uharte Arakil; Txantresoroak (los
campos del chantre), en el valle de Etxauri; Txandrenea, en Hernani y Arantza yTxantrenea, en Irún o Bera, ‘casa del chantre’…
07 ¿Y Txandrea? Es
la denominación popular que recibió oralmente nuestro barrio cuando se creó.
Curiosamente, es una pronunciación que solo se puede explicar desde el euskera
y que ya se documenta en Pamplona, Txandregaña,
en el año 1732, y que también se repite
en Hernani y Arantza, Txandrenea.
08 Entonces, ¿cómo se
debería escribir el topónimo? Si atendemos a las normas que el Gobierno de
Navarra utilizó para fijar la ortografía de 100.000 topónimos navarros, se
debería escribir Txantrea.
09 ¿Cuál es la
denominación oficial actual del barrio?
Txantrea. El Gobierno de
Navarra estableció en el Decreto Foral 212/1992 que la única denominación
oficial del barrio fuese Txantrea. Nadie, desde entonces, ha derogado ese
decreto.
10 ¿Qué van a hacer
los colectivos de la Txantrea para que el ayuntamiento use la única forma
oficial? Los colectivos de la Txantrea han solicitado de forma oficial al
Ayuntamiento lo siguente: “Que se
ratifique que Txantrea es la única denominación oficial del barrio tanto en
castellano, como en euskera; tal y como lo decretó el Gobierno de Navarra en
1992”.
Auzoko kolektiboei
bidalitako komunikazioa:
TXANTREA
TOKI-IZENAREN ERABILERARI BURUZ
XXXX elkartean, Txantrea
toki-izena Iruñeko udalak gaztelaniaz zein euskaraz erabil dezan aurrera
eramaten ari den ekimen sozialaren jakitun gara; baita Nafarroako Gobernuak ere
Txantrea izendapena ofizialtzat izendatu zuela 212/1992 Foru dekretuan.
Hori dela-eta, honako hau adierazi nahi dugu:
A)
–jada Txantrea grafia erabiltzen duten elkarteak
-xxxxx elkartean Txantrea izendapena erabiltzen dugu egun
bai gaztelaniaz, baita euskaraz ere.
-xxxxx elkarteak Txantrea izendapena erabiltzen jarraituko
du bai gaztelaniaz, eta baita euskaraz ere, bere idatzizko komunikazioetan, 212/1992
Foru Dekretuan erabaki zen bezala.
B)
–Txantrea grafia erabiltzen ez duten elkarteak,
baina hemendik aurrera hori egiteko prest daudenak
-xxxxx elkartea, behean adierazten den datatik aurrera,
Txantrea izendapena erabiltzeko prest dago bai gaztelaniaz, eta baita euskaraz
ere, bere idatzizko komunikazioetan, 212/1992 Foru Dekretuan erabaki zen
bezala.
Txantrea, 2017ko martxoaren 20a
SINADURA ETA ZIGILUA
Comunicación enviada
a los colectivos del barrio:
SOBRE EL USO DEL
TOPÓNIMO TXANTREA
La Asociación/Club/Entidad xxxxxxxxx, Conocedores de la
iniciativa social encaminada a instar al Ayuntamiento de Pamplona al uso de la
forma toponímica Txantrea, tanto en castellano como en euskera, tal y como
estableció el Gobierno de Navarra en el Decreto Foral 212/1992, queremos
expresar que:
A) -asociaciones
que ya utilizan Txantrea-
- La Asociación/Club/Entidad ya viene utilizando de forma
regular la forma Txantrea tanto en castellano como euskera.
-La Asociación/Club/Entidad está dispuesta a seguir
utilizando de forma regular la forma Txantrea en sus comunicaciones
escritas, tanto en castellano como
euskera, tal y como se señala en el Decreto Foral 212/1992
B) -asociaciones
que no lo hacen de forma regular, pero que lo harían a partir de ahora.
-La Asociación/Club/Entidad, a partir de la fecha abajo
expresada, está dispuesta a utilizar de forma regular la forma Txantrea en sus
comunicaciones escritas, tanto en
castellano como euskera, tal y como se señala en el Decreto Foral 212/1992
Txantrea, 20 de marzo de 2017
FIRMA Y SELLO
Apéndide 01
Precedentes de topónimos donde se ha optado por la forma
única euskérica cuando la denominación es de origen euskérica y la
pronunciación es idéntica en euskera y castellano: Etxauri, Bidaurreta y
Orkoien.
DECRETO FORAL
213/1992, de 8 de junio, por el que se determina la denominación oficial de
Echauri. (B.O.N. nº213, 22-VI-92)
Artículo único.-La denominación oficial del nombre tradicional de Echauri
es Etxauri. Dicha denominación será la legal a todos los efectos.
DECRETO FORAL 117/1999, de 19 de abril, por el que se
determina la denominación oficial de Vidaurreta.
(B.O.N. nº58, 10-V-99)
Artículo único.- La denominación oficial, en
castellano y en euskera, de la localidad deVidaurreta pasa a ser Bidaurreta.
Dicha denominación será la legal a todos los efectos.
ORCOYEN. Por Acuerdo del Gobierno de Navarra, de 24 de
octubre de 2005, el municipio pasa a tener la denominación oficial de ORKOIEN. BON 154/2005 y BOE
308/2005.
Apéndice 02
Sentencia judicial a
favor de la denominación única Orkoien
ACUERDO
de 24 de octubre de 2005, del Gobierno de Navarra, por el que, en ejecución de
la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior
de justicia de Navarra de 30 de junio de 2003, se declara oficial la
denominación del municipio de Orkoien.
El Pleno del Ayuntamiento de Orcoyen, en sesión
celebrada el día 27 de junio de 2001, acordó aprobar el cambio de denominación
de dicho municipio, pasando a denominarse Orkoien, como denominación única.
Mediante Acuerdo de 13 de agosto de 2001, el Gobierno
de Navarra denegó la aprobación de dicho cambio de denominación.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal
Superior de Justicia de Navarra, en sentencia de 30 de junio de 2003, estimó el
recurso contencioso-administrativo interpuesto por dicha entidad local,
anulando el Acuerdo de 13 de agosto de 2001 y declarando el derecho que asistía
al Ayuntamiento de Orcoyen a su cambio por la toponimia de Orkoien, siendo
conforme a derecho su acuerdo plenario de 27 de junio de 2001 en este
particular.
Interpuesto por el Gobierno de Navarra recurso de
casación ante el Tribunal Supremo, dicho Alto Tribunal, mediante auto de 23 de
junio de 2005, ha acordado declarar la inadmisión del recurso así como la
firmeza de la sentencia de 30 de junio de 2003 de la Sala de lo
Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, por lo
que procede realizar las actuaciones que corresponden al Gobierno de Navarra,
de conformidad con lo dispuesto en los artículos 23 y 25 de la Ley Foral de la
Administración Local de Navarra, al objeto de que la nueva denominación tenga
carácter oficial.
En su virtud, el Gobierno de Navarra, a propuesta del
Consejero de Administración Local,
ACUERDA
1.º Declarar que el municipio de Orcoyen pasa a tener
la denominación oficial de Orkoien.
2.º Dar traslado del presente Acuerdo a la
Administración General del Estado, a efectos de su inscripción en el Registro
de Entidades Locales del Ministerio de Administraciones Públicas; así como
proceder a su inscripción en el Registro de Entidades Locales de Navarra del
Departamento de Administración Local.
3.º Proceder a su publicación, tras las inscripciones
correspondientes, en los Boletínes Oficiales del Estado y de Navarra.
4.º Notificar el presente Acuerdo al Ayuntamiento de
Orkoien, significándole que contra el mismo podrá interponer recurso
contencioso-administrativo ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del
Tribunal Superior de Justicia de Navarra en el plazo de dos meses, contados a
partir del día siguiente a su notificación, sin perjuicio de poder efectuar el
requerimiento previo ante el Gobierno de Navarra en la forma y plazo
determinados en el artículo 44 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de
la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
Pamplona, 26 de diciembre de 2005
El Consejero Secretario del Gobierno de Navarra, Javier Caballero Martínez.
Código del anuncio: F0524169